JAIME MIRANDA
     

 

 

 

"Monumento para siempre recordar la sanguinaria violencia terrorista de Sendero Luminoso y del MRTA"

 

 

Jaime Miranda-Bambarén

Lima - Villa María del Triunfo, 26 de agosto 2007


 

 

 

 

 




 

ESPACIOS DE MEMORIA / ESPACIOS DE CONFLICTO

Como secuela del control de la ciudadanía y los espacios de disenso durante la dictadura (1990-2000), una parte importante de los conflictos en Lima están dados por la reocupación simbólica y política del espacio. Pero también y luego de la virtual retirada del Estado por la administración del territorio y el espacio público, el conflicto se produce como enfrentamiento entre la presión de inversión privada por administrar o directamente adueñarse de los espacios públicos y la resistencia ciudadana que, aunque indignada, carece de herramientas organizativas o legales para poder impedir el uso indebido del espacio. La lista sería larga de mencionar y quizás este no sea el lugar, pero estos conflictos que se producen ante la amenaza concreta de la presión inmobiliaria y nuevas privatizaciones de parques, playas y malecones, tiene a la vez correlato en la política de la memoria y la monumentalidad en curso. Como paradigma opuesto a la acción de recuperación simbólica de Salazar en Pizarro es el caso emblemático del violento suceso de secuestro y demolición del Monumento en Honor a la Verdad Para la Reconciliación y a Esperanza (2007) del escultor Jaime Miranda Bambarén. Realizado como parte del premio de una convocatoria pública en homenaje a las víctimas desplazadas por la violencia y el terrorismo en el sur andino, el Monumento tuvo un proceso de realización desde el año 2005 hasta su inauguración oficial en el 2007 para luego ser violentamente demolido de la noche a la mañana por un equipo municipal en mayo del 2010.

El monumento del “Árbol desarraigado” como se conoce también a la destruida pieza de Jaime Miranda Bambarén, describe y sintetiza la obra en permanente cambio del escultor, por igual involucrado en el respeto y trato de los materiales que en una reflexión de tipo espiritual desde los mismos. Hecha de un árbol recuperado de un área a punto de ser urbanizada, los gruesos elementos de hierro que lo sostenían conformaban un extraño contraste constructivista con la cosa orgánica y sobre todo una tensión y un equilibrio en constante alusión a la precariedad y dolor del desplazamiento, en un entorno de por si empobrecido de la zona sur de la ciudad.

Al igual que otros monumentos dedicados a la memoria de las víctimas del conflicto interno, durante su breve vida esta pieza de Miranda-Bambarén fue lugar de reunión público y duelo de los deudos de las víctimas de los años de violencia. El ataque y desmantelamiento oficial perpetrado en contra suya pertenece a una larga serie de desacuerdos y conflictos sobre el lugar de lo político en el espacio público local. Dentro de la disputa por el lugar simbólico de la memoria, los monumentos han ocupado y siguen ocupando un lugar central en el debate político y público. Y a pesar de las arbitrarias explicaciones ya brindadas por las autoridades del distrito de Villa María del Triunfo, la suerte de la escultura de Jaime Miranda-Bambarén no es distinta a la de otros casos conocidos. Entre ellos, El Ojo que Llora, concebido y ejecutado por la artista Lika Mutal, constituido por 32 mil piedras como homenaje al mismo número de víctimas entre los años 80s y 90s, ha sido varias veces amenazado de destrucción y atacado en numerosas ocasiones, la más virulenta de ellas en septiembre del 2007 por parte de una cohorte anónima armada con combas, martillos y pintura naranja. Entre tanto, un ejemplo más reciente de disputa tuvo lugar ante la iniciativa de la Municipalidad de Lima de erigir un busto en memoria de Pedro Huilca, el famoso luchador sindical asesinado durante la dictadura de los años 90. El proyecto fue inmediatamente interpelado desde el Partido Aprista que vio en su ubicación una suerte de provocación a la imagen de V. R. Haya de la Torre, fundador del APRA, ubicada a sólo pocos metros del busto del sindicalista.

Dispuestos entre el homenaje y el atentado, los ejemplos aquí dados pertenecen a la vertiente más cruda del reciente pasado de violencia política nacional. En una versión más presente , esa herencia convive con la disputa palmo a palmo sobre el territorio representativo y simbólico: una constante pelea política sobre el espacio, el monumento y la memoria. En esa pelea por el espacio y el derecho a la ciudad de parte de sus pobladores, habita también el fantasmal imaginario y esa peculiar conciencia espacializada que define la experiencia urbana de las ciudades del Perú de hoy.

Rodrigo Quijano
Lima, marzo 2013.




SPACES OF REMEMBRANCE / SPACES OF CONFLICT

As a consequence of citizen control and spaces of dissent during dictatorship (1990-2000), an important part of conflicts in Lima are due to symbolic reoccupation and space policy. But also and after virtual state retreat due to territory and public space administration, this conflict takes place as a result of the confrontation between private investment pressure for administering or directly taking possession of public spaces and the citizen resistance that, although outraged, lacks organizational or legal tools for preventing improper use of space. List would be long to mention and maybe this is not the right place, but these conflicts, which take place in the face of the concrete threat of real-estate pressure and new privatizations of parks, beaches and jetties, have also correlation in remembrance policy and monumentality in progress. As opposed paradigm to symbolic recovery action of Salazar in Pizarro is the emblematic case of the violent sequestration and demolition of the Monument In Honor of the Truth for Reconciliation and Hope (2007) created by sculptor Jaime Miranda-Bambarén. Made as part of a public bid award in homage to the displaced victims due to violence and terrorism in the Andean southern part of Peru, the creation of the Monument took place from 2005 to its official inauguration in 2007 and was afterwards violently and suddenly demolished by a municipal team in May 2010.

The “Unrooted tree” monument, as the destroyed piece by Jaime Miranda-Bambarén is also known, describes and synthetizes the sculptor’s permanently changing work, which is involved in both the respect and treatment of materials and the spiritual reflection from them. Made from a recovered tree in an area about to be urbanized, the thick iron elements that supported it constituted a strange constructivist contrast with organic thing and, above all, a tension and balance in permanent allusion to precariousness and displacement pain within an already impoverished environment in the southern part of the city.

As other monuments made in memory of the internal conflict victims, during it short life this piece by Miranda Bambarén was a public meeting and mourning place for the relatives of the years-of-violence victims. The official attack and dismantling conducted against his will is part of the long number of disagreements and conflicts about the place of the political sphere in the local public space. Regarding the dispute about the symbolic remembrance place, monuments have had and will continue having a central place in the political and public debate. And although the arbitrary explanations already given by the authorities of the Villa María del Triunfo district, the fate of Jaime Miranda Bambarén’s sculpture is not different from other known cases. Among them, El Ojo que Llora (The Crying Eye), conceived and created by artist Lika Mutal, constituted by 32 thousand stones in memory of the same number of victims between eighties and nineties, has been threaten to be destroyed several times and attacked in numerous occasions, the most cankered of them took place in September 2007 by an anonymous cohort that was armed with mallets, hammers and orange paint. Meanwhile, a more recent example of dispute took place due to the initiative of the Municipality of Lima of erecting a bust in memory of Pedro Huilca, the famous union fighter murdered during the dictatorship of the nineties. The project was immediately interpellated by the APRA political party, which thought that its location was a provocation to the image of V. R. Haya de la Torre, APRA party founder, located only a few meters from the union member bust.

Arranged between the homage and the attack, the examples given here belong to the cruder aspect of the recent national political violence past. In a more current version, this inheritance coexists with the inch-by-inch dispute about the representative and symbolic territory: a constant political fight about space, monument and remembrance. The ghostly imaginary and this peculiar spatialized consciousness that defines the urban experience of the cities of the present-day Peru coexist in this fight for space and inhabitants’ right to the city.

Rodrigo Quijano
Lima, March 2013.




Once in its site, it seems to me that the monument is a very significant presence that speaks of the violence of exile and uprooted condition in a context of an area inhabited by migrant workers and their families, who arrived from the Andes and settled down in the coastal desert to the south of Lima. The monument addresses pointedly the need of a landmark in the desert and is very well attuned to the context of a highly dynamic, urban periphery.

Jorge Villacorta Chávez
Lima, 2010.


 

 

Ubicación del monumento.

Enlace


 

 


CONSTRUCCION, Monumento en Honor a la Verdad Para la Reconciliación y la Esperanza from Jaime Miranda on Vimeo.

"JAIME MIRANDA-BAMBARÉN
Construcción /
/ Monumento en Honor a la Verdad Para la Reconciliación y la Esperanza

Agosto del 2007
Video. 7'18"
Colección MICROMUSEO ("al fondo hay sitio")


Registros sin editar de la edificación del desaparecido Monumento en Honor a la Verdad para la Reconciliación y la Esperanza, de Jaime Miranda-Bambarén, erigido por concurso público en el popular distrito limeño de Villa María del Triunfo. En el entorno habitan principalmente poblaciones andinas expulsadas hacia la capital por la violencia terrorista durante la República de Weimar Peruana (1980-1992).

 

http://micromuseo-bitacora.blogspot.pe/2010_05_01_archive.html

(http://www.micromuseo.org.pe/rutas/darsan/construccion.html)"





MONUMENTO EN HONOR A LA VERDAD PARA LA RECONCILIACION Y LA ESPERANZA from Jaime Miranda on Vimeo.





"LA MULA
Destrucción /
/ Monumento en Honor a la Verdad
Para la Reconciliación y la Esperanza

1º de junio del 2010
Video. 3'36"
Archivo La Mula


Cobertura otorgada por La Mula, plataforma web de opinión y noticias, a la vandalización final del Monumento en Honor a la Verdad Para la Reconciliación y la Esperanza, de Jaime Miranda-Bambarén, erigido por concurso público en el popular distrito limeño de Villa María del Triunfo. En el entorno habitan principalmente poblaciones andinas expulsadas hacia la capital por la violencia terrorista durante la República de Weimar Peruana (1980-1992).

 

http://micromuseo-bitacora.blogspot.pe/2010_05_01_archive.html

(http://www.micromuseo.org.pe/rutas/darsan/destruccion.html)"





"If this mayor really thinks he has merits for perpetuating in power, the first thing he should do is assuming his actions with dignity.

I had talked about this monument with different people, some of them where collaborators in Micromuseo and precisely live in the Villa María del Triunfo district. One of them noticed these strange movements and coming and goings around the piece and decides then to practically stay overnight in the streets to be able to achieve this impressive recording of the dreadful sequence of the monument´s destruction. The pictures show that this was carried out by solders with cranes and special tools in a procedure that lasted several hours and required high technification. All suggested that the municipality did it and afterwards later investigations came to the conclusion that municipality commissioned the monument destruction to the contractors that were making repairs in the adjacent roads. In reality, what we are seeing is how we are continuously loosing fights for remembrance. It is painful we have to see every few days these situations that reiterate not only in Lima but in the entire country."

Gustavo Buntinx

(Video / La Mula), Lima May 2010





Gustavo Buntinx

MICROMUSEO / Bitácora

LINK May 2010

LINK Jun 2010




 

 

 

 

Diario, La República, 31 de mayo del 2010.

 

 

 

Diario, El Comercio,  1ro de junio del 2010


Rescate de Poyo con Placa / Monumento en Honor a la Verdad Para la Reconciliación y la Esperanza from Jaime Miranda on Vimeo.

"JAIME MIRANDA-BAMBARÉN
Rescate /
/ (Monumento en Honor a la Verdad
Para la Reconciliación y la Esperanza)
26 de agosto del 2007 / 24 de mayo del 2015
Video. 4'10"
Colección MICROMUSEO ("al fondo hay sitio")


Registros editados del alumbramiento, primero, y luego del rescate del último resto del desaparecido Monumento en Honor a la Verdad para la Reconciliación y la Esperanza, de Jaime Miranda-Bambarén, erigido por concurso público en el popular distrito limeño de Villa María del Triunfo. En el entorno habitan principalmente poblaciones andinas expulsadas hacia la capital por la violencia terrorista durante la República de Weimar Peruana (1980-1992).

 

http://micromuseo-bitacora.blogspot.pe/2010_05_01_archive.html

La primera mitad del video captura la inauguración del monumento, el 26 de agosto del 2007. Luego del develamiento de la placa por Beatriz Merino ––entonces Defensora del Pueblo–– y de Manolo Castillo ––entonces alcalde distrital–– intempestivamente el video pasa a una toma del 24 de mayo del 2015, donde se muestra la desolación del mismo lugar, cinco años después del arrasamiento.

Ese mismo día, sin embargo, la placa conmemorativa es rescatada ––y redimida–– por iniciativa del autor del monumento y de Micromuseo.

(http://www.micromuseo.org.pe/rutas/darsan/rescate.html)"





Noticias de un secuestro o la crónica de una muerte anunciada - el eucalipto del Óvalo de la Esperanza
por Martin León G.


Es extraño cómo dos títulos de García Márquez, caben en este intento que quiere comprender lo que pasó el 27 de mayo del 2010 en el óvalo donde coinciden Villa María del Triunfo, San Juan de Miraflores y Villa El Salvador.


¿A dónde se fue el eucalipto que Jaime Miranda-Bambarén desarraigó y mudó hacia el óvalo de Villa María del Triunfo? Las únicas pruebas que quedaron de su existencia son las fotos que Jesús de la Cruz, un amigo del monumento, tomó la última noche en que el árbol estuvo en su lugar de residencia. Acción que se contrapone a la acción de otros, que a esa misma hora en que se tomaban las fotos de la destrucción, aparecieron con escaleras, motosierras e instrumentos de soldadura para desmantelar los elementos físicos que lo sujetaban a la tierra. Esa noche, entonces, se confrontaban en un mismo espacio dos maneras de recordar y de hablar. Porque el desmembrar un monumento en una acción nocturna, sin que nadie dé luego explicaciones de ningún tipo, es también un gesto. El silencio también es palabra.


La desaparición de un árbol es siempre un hecho triste y en este caso, la rememoración lo es en muchos sentidos más, al tiempo que no lo es, como lo desea el creador del proyecto, Jaime Miranda-Bambarén. ¿Cómo entonces recordar sin dejar de reconstruir? Cuatro posiciones parecen existir ante la destrucción de este “Monumento en Honor a la Verdad para la Reconciliación y la Esperanza” cuya construcción impulsó el “Comité Cívico Para Que No Se Repita – Lima Sur”, desde el año 2005. La primera es de indignación y denuncia; la segunda es de perdón y comprensión, y la tercera es de profunda satisfacción y alivio. La cuarta es, a todas luces: la del silencio. De aquellos que ya no pueden hablar, de los que ya no quieren hablar, pero también de aquellos que nunca quisieron o supieron hablar. Imposible de saber, como es imposible de determinar con exactitud quién ganó con su desaparición. Lo que sí queda claro es que todas estas acciones, gestos y sentimientos expresados o guardados bajo siete llaves, abren la puerta al alma nacional.


Noticias De Un Secuestro o la Crónica De Una Muerte Anunciada son, por eso, dos títulos para un solo ensayo. Esta medida cobra sentido si miramos en nuestro recuerdo al eucalipto sujeto por las tres tenazas metálicas en el centro del óvalo. Era lugar a la vez que cosa. Era un lugar para la memoria y era un objeto que tuvo vida y que luego, mediante la acción del artista, recibió la misión de cumplir con otro nuevo rol. Esa doble existencia, como lugar y como objeto la encontramos en la única lengua que pudimos escuchar: la de los amigos del monumento. Fue "El Árbol Desarraigado" en el “Óvalo de La Esperanza” si recogemos las notas de prensa y los pronunciamientos. El lenguaje final de sus no-amigos fue el gesto de la motosierra y el de las chispas que saltan cuando se corta el metal. No deja de ser una ironía que lo que un escultor de la madera creó, fuera destruido por un soldador.


Queda claro, entonces, que nuestra memoria colectiva carece de un canon o de un súper-yo que lo regule o que nos permita encontrar tolerancia y empatía cuando nos relatamos los recuerdos de épocas compartidas, nos diría si estuviese entre nosotros en el Perú, Pierre Nora. Pero él es francés, aunque su concepto de los lugares de la memoria (lieu de mémoire) ya tenga múltiples nacionalidades. La guerra interna que desangró por dos décadas el país, la descubrimos entonces también en el óvalo. La noche del 27 de mayo del 2010 tuvo lugar la última batalla, donde lógicas de recordar, irreconciliables entre si, estuvieron una vez más muy lejos de encontrar el mínimo necesario para convivir. Seguimos siendo entonces un país de víctimas y victimarios. La guerra nunca terminó: se ha mudado al ámbito de lo simbólico. Sin embargo, también es necesario reconocer que dentro de todo ha habido un pequeño avance: un asesinato continúa siendo mucho más violento que la violencia simbólica de la cual podamos disponer. Y aunque continuamos siendo un país en el que la violencia es muchas veces la solución más rápida a los desencuentros, también es cierto que ya no vivimos en medio de una guerra interna.


Somos aún un paisaje profundamente fragmentado pero, Jaime Miranda-Bambarén, tiene razón: es en estos momentos especiales en los que se puede crecer con los ojos abiertos, por unos breves momentos sin pelear, sin reclamar, sin señalar y sin acusar. El perdón es el último escalón anterior al estado de paz, pero antes es necesario aprender a tolerar si no se puede respetar.


Y todas estas posibilidades humanas se concentraron en un árbol que sin que fuera su intención, fungió de máquina generadora de símbolos polifónicos. Fue un semiophor, un objeto-ánfora capaz de ser llenado de significados, como puede que nos explicara el polaco Krzystof Pomian. Y como tal, quizá cargase al final, en sus raíces colgantes, demasiadas historias para un eucalipto. Aunque, ¿quién lo puede decir con seguridad? Desde que creció en la tierra que lo nutrió, de la cual fue secuestrado-salvado por el artista, y hasta que fuera cortado y desmantelado por desconocidos, como rezan las declaraciones de las autoridades, nuestro eucalipto, -él mismo desarraigado de su tierra de origen, porque tampoco es una especie oriunda ni autóctona de nuestra geografía precolombina-, debe haber producido sentimientos y pensamientos en toda persona que lo haya visto o tocado.


"Noticias De Un Secuestro" y "Crónica De Una Muerte Anunciada", son dos novelas que además sintetizan una mirada humanizada, desde nuestra cultura latinoamericana, a la violencia a la que se atreve el hombre. Si retomamos ese sendero, el árbol desarraigado continúa siendo un árbol para la esperanza.


Martin León Geyer

Lima, noviembre 2010



A modo de recordatorio y nuevo comentario: la discusión sobre cómo debemos, podemos o queremos recordar, y qué rol le asignamos a las plazas y calles como espacio público es de larga data y continúa lamentablemente con la misma conocida intolerante virulencia en una enorme variedad de lugares a lo largo de nuestro país. Este texto data del 2010 y fue escrito a raíz del pedido del mismo artista plástico a quién valoro por su sensibilidad y temprana sabiduría.


Su instalación en un lugar de Lima-Sur, el concepto artístico el cual él diseñó, con el cuál él ganó una convocatoria abierta en el lejano 2007, y que de manera gratamente sorpresiva fue llevada a cabo con tal eficacia que incluso fue inaugurada, sufrió de un vandalismo oficial, fruto de una intolerancia apurada y nerviosa, en la medida que el gesto nocturno fue seguramente pensado como un saludo desesperado a ciertos sectores de la opinión pública o proveniente del ámbito de los movimientos partidarios postelectorales. ¿Cómo saberlo si nunca hubo una declaración oficial de parte de la gestión siguiente a la que apoyó este proyecto ganador respetando la convocatoria multi-institucional de la cuál surgió?


El árbol, muerto en píe, que el artista encontró y que hizo llevar con mucho cariño y cuidado hasta el lugar escogido, las piezas de metal que él mismo hizo con sus herramientas de escultor, con las cuales este árbol vuelve a cobrar vida más allá de su ciclo de vida natural, todos esos elementos fueron para mi un guiño esperanzador. Y es que en vez de ver un cadáver como escribió alguien en un post sobre este caso en el proyecto Micromuseo de Gustavo Buntinx, yo veía claramente ante mi un árbol, que a través de la artificialidad de sus tres nuevas raíces metálicas contrapuestas a la textura de la madera y la intensidad de las verdaderas raíces, ahora visibles para todos, lograba erguirse nuevamente con esa insolencia que solamente aquellos solitarios árboles de pie en zonas urbano-agrestes nos pueden inspirar. Y mientras que sobrevive en mi memoria y en la de aquellos que lograron verlo, sigue -aunque ya no desarraigado sino ahora desaparecido- a mi modo de ver, siendo un eucalipto en el Óvalo de la Esperanza.


Martin León Geyer
Lima, julio 2015

(http://logicadelacalle.blogspot.pe/search?updated-min=2015-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2016-01-01T00:00:00-08:00&max-results=2)





Discurso de inauguración de Jaime Miranda-Bambarén, 26 de agosto 2007.

" La idea para el diseño de este monumento surgió cuando caminaba por mi universidad y mirando hacia la vereda me encuentro con un pequeño arbolito, arrancado de raíz.  Esta imagen me conmovió y lo recogí.  Busqué la manera de relacionarlo con algo que fuese importante y encontré la relación que este árbol tenía con el sentimiento de muchas personas que habían salido de su tierra, emigrado hacia lima a causa del terrorismo.  Con este arbolito de 30 cm. de altura fue que se construyó la maqueta para el monumento que estamos inaugurando el día de hoy. 

Han pasado ya 2 años y 5 meses desde ese primer momento.  En el proceso de construcción, lo único que nos mantuvo constantes junto al comité cívico a cargo del Padre Tomás, fue la INMENSA perseverancia , la paciencia y muy importante, el buen humor.

Esta escultura habla de las raíces de cada uno de nosotros, en especial, de las personas que tuvieron que salir de sus tierras forzosamente para inmigrar a Lima, teniendo así la inclinación del árbol hacia el noroeste, hacia el centro exacto de la capital.

La escultura habla también de lo que me conmovió al momento de encontrar ese pequeño árbol abandonado en el suelo, se habla del  hecho de que al pararnos debajo del árbol, debajo del monumento, nos convertimos nosotros mismos en raíces, recordando así nuestra esencia y principio.  Recordando de donde venimos.


Gracias a todos por venir."

 

 

 

Fragmento de entrevista escrita a Jaime Miranda-Bambarén,

por los estudiantes de Historia del Arte:

Karina Ruíz, Scarlett Torres, Isis Wong y Adolfo Mautino


Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Lima, 27 de junio de 2017

 (...El caso es extremo. Consistía de metal y un árbol verídico rescatado. Fue un trabajo de planeamiento intenso porque debía tener por todos sus ángulos la inclinación y altura precisa. Para esto desarrollé planos y cálculos exactos en la preproducción. Además, tenía la dificultad adicional del óvalo inclinado. Una vez que estuve en el óvalo mismo, mientras precariamente desviábamos el agresivo tráfico vehicular, dirigí a los maquinistas de dos grúas; con la delicadeza de un cirujano maniobraban los cuatro elementos de varias toneladas de peso. Las tres estructuras y el árbol debían ensamblarse de manera precisa. Yo sostenía una brújula en la mano y buscaba que el árbol se incline directamente hacia el centro exacto de la capital; hacia el noroeste está la plaza de armas. Ese momento fue crucial porque en el transcurso de una hora fuimos soldando las inclinaciones y articulaciones de la estructura de casi 15 metros de altura. El maquinista que operaba las palancas de una de las grúas, luego me confesó, estaba afiebrado y en el momento más crítico del ensamble estornudó -así empujando de más con sus manos la palanca responsable de dirigir la estructura más pesada. La movió de manera abrupta e involuntaria unos pocos centímetros pero esto produjo que la inmensa y afilada pieza se balancee intempestivamente largos metros como un gran columpio surrealista. Mi asistente soldador que estaba parado sobre este cuerpo metálico, perdió el equilibrio y cayó desde 9 metros de altura sobre unos costales de cemento lesionándose las costillas. Decidí inmediatamente tomar su lugar. Trepé y terminé el trabajo de soldadura de los anillos que hacían de tenaza al árbol y a la vez dirigí las grúas desde ahí arriba. Yo siempre tuve en mi espíritu la claridad de intensión en la forma y respondí bien ante la emergencia. La pieza se realizó finalmente con la composición que ejercía la tensión entre las tenazas, el árbol y el movimiento ascendente de desarraigo hacia el noroeste que yo tanto buscaba y había visionado dos años y medio antes. Todo se definió en 60 minutos...) 







April 23rd, 2005



July 8th, 2007



July 20th, 2007


July 21st, 2007


August 26th, 2007 



January 10th, 2008



November 12th, 2009



   November 12th, 2009



 November 12th, 2009



 November 12th, 2009




January 25th, 2010



 

May 28th, 2010



May 28th, 2010



May 28th, 2010



May 28th, 2010



October 23rd, 2010





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Photos by Jaime Miranda, except:

November 12th, 2009, January 25th 2010 and October 23rd 2010 (commission by Jaime Miranda-Bambarén):  Dante Pineda

May 28th, 2010: Jesús de la Cruz